El legado de Héctor Ricaro García se replica en el diario, el canal y todas las webs. Por Hugo Ferrer, Director de Grupo Crónica.
Crónica es la marca que desde hace 61 años mantiene su esencia. Decir Crónica, es decir todo. Como ayer y como hoy el diario, junto al canal y todas sus plataformas siguen siendo un estandarte popular, arraigado en la sociedad.
La audiencia sabe lo que significa. Su hacedor, Héctor Ricardo García, fue un visionario y emprendedor. Hoy seguimos su legado, tal como lo dijimos aquel 29 de junio de 2019 cuando dimos la noticia, la tapa, la placa más triste.
Entre las tantas anécdotas y recuerdos de Crónica, destacamos un clásico que luego se derramó en los demás medios: los personajes clave de un hecho periodístico “se entregan” en Crónica. Sumado al clásico “Me enteré por Crónica”. Los años pasan, las frases quedan, las audiencias se renuevan, el estilo permanece. Intacto.
En Cien veces me quisieron matar, el libro autobiográfico de Héctor Ricardo García, contó la historia de uno de los crímenes que tuvo más repercusión mediática y que para Crónica fue una revolución. Quizás muchos conocerán la historia a partir de esta nota y otros la recordarán porque la vivieron o se la contaron. En la madrugada del 15 de enero de 1970, en el balneario Dinamarca, de Mar del Plata, apareció sin vida el joven Jorge Daniel Socolovsky, quien había nacido en la Capital Federal el 12 de abril de 1946. Se lo conocía como “el rusito manguero”, y frecuentaba el ambiente artístico y nocturno, al que accedía fácilmente por su carisma. Estaba en la ciudad balnearia disfrutando de amistades femeninas, copas, y algo más. El hecho conmocionó a la opinión pública, y Crónica le dio un extraordinario despliegue, que alcanzó a enviados especiales a Montevideo y Santiago de Chile, para entrevistar a la vedette de entonces, Lorena Car, y al coreógrafo Eber Lobato, a quienes se indicaba como amigos de la víctima. En Mar del Plata iniciaron las notas y reportajes tres hombres de Crónica (Enrique Capotondo, Roberto Vaccaro y Héctor Ricardo García). Las informaciones del diario develando entretelones non sanctos de la vida nocturna asustaron a muchos. Socolovsky era amigo de dueños de muchos locales de diversión, que funcionaban hasta la madrugada, entre ellos la boite Maracaibo, que desde hacía quince años regenteaba Osvaldo Pojatti, quien tenía intereses en otros centros similares. Fue precisamente en esa boite donde pasó sus últimas horas el joven asesinado con fuertes golpes en la cabeza que le provocaron una rápida muerte. La pericia policial estableció que había sido masacrado. Entre quienes conocieron a Socolovsky figuraban el productor Leonardo Barujel, Juan José Pizzuti, Adolfo Stray, Gerardo y Hugo Sofovich, la vedette Olga Montenegro y los ya mencionados Eber Lobato y Lorena Car. La mayoría de ellos debieron declarar en la causa, en la que se vieron involucrados por ser sólo conocidos. Su vinculación con el medio artístico le permitió ubicarse en lugar de privilegio cuando llegó al país el mismísimo Alain Delon. El “caso Socolovsky“, como lo conoció la opinión pública, atrapaba a los lectores de Crónica, como si se tratara de una película o un best seller policial. La tirada creció y, durante once días, fue título de tapa.
En la edición del miércoles 28 de enero, un hombre que dijo ser testigo del crimen se entregó en Crónica. Luego fue la policía a buscarlo para interrogarlo.
El 31 de enero de 1970, aproximadamente a las 2 de la madrugada, cuando el equipo periodístico de Crónica iba en uno de los jeeps, patente 202.273, llegaba al hotel Cristóbal Colón, en el Boulevard Martínez de Hoz y la calle 39, se “apareó” un automóvil Ford Falcon, desde el que le dispararon tres balazos contra el vehículo. “Durante varios días, en la redacción central de Crónica se habían recibido amenazas ‘si no terminan con el caso del rusito’. El intento de asesinato se había frustrado. Como editor de Crónica había corrido el primer gran riesgo de muerte por dejar la cómoda oficina y salir a bucear en la realidad, que es el significado de mi vida. Las primeras balas habían pasado cerca.”
Durante esos días, el diario publicó un destacado. Al estilo Crónica: “Tirada de Crónica de ayer, para venta exclusiva en la Capital y el gran Buenos Aires: 732.846 ejemplares. Nuestras rotativas tienen un exceso de producción diaria calculado en más de 100.000 ejemplares. Por lo tanto, hasta el 29 de julio próximo, que inauguramos la nueva y moderna planta impresora, nos vemos imposibilitados de incrementar nuestra tirada. Desde ya pedimos disculpas a todos los que no consiguieron su ejemplar.” Espectacular.
El martes 12 de diciembre de 2023, Crónica fue también protagonista. Se entregó el hombre que le había tirado una botella al presidente Javier Milei cuando hacía el recorrido por la Avenida de Mayo durante su asunción el 10 de diciembre. Gastón Mercanzini eligió dónde entregarse. Revolución en todos lados: “Se entregó en Crónica”. Las imágenes exclusivas en Crónica TV y las fotos de Nahuel Ventura, el reportero gráfico de Crónica, dieron vuelta al mundo. La noticia estaba en casa. Hoy, sigue preso, condenado, y ahora con una nueva causa por robarse las fichas de un casino.
Ayer y hoy, la noticia sigue siendo protagonista en Crónica. Y también sus personajes. El caso Loan puso en evidencia una vez más la fortaleza de la marca. Desde el canal (que dio la primicia), el diario y todas sus redes sociales, Crónica sigue marcando la agenda con sus exclusivas, su cobertura y un estilo único e inigualable. Como decía García, orgulloso del éxito (vale para ayer, hoy y lo que viene): “¡No te lee nadie Crónica!, ¡No te mira nadie Crónica!”.
(°) Hugo Ferrer es Director de Grupo Crónica. Periodista de amplia trayectoria en gráfica, radio y televisión. Trabajó en la revista GENTE, radio Mitre, Radio 10, Continental, Del Plata y Radio Show, fue Gerente de Noticias de Telefé, directivo en Ideas del Sur y director periodístico de C5N.